Asimismo, entre bailes y cantos, los pacientes, colaboradores y voluntarios del Hospital Especializado recibieron a nuestras autoridades provinciales, demostrando que la inigualable labor de cada colaborador nos enseña que cuando la gracia se combina con la hospitalidad ¡Hay un amanecer indescriptible en la vejez feliz, en la segunda oportunidad de una persona con abuso de sustancias o con enfermedades de salud mental; o en aquellos que llegan a nosotros en la última etapa de su vida!

Por su parte el Hno. Castillo, felicito a cada uno de los que conforman esta la obra de todos, agradeciendo por los momentos fraternos vividos, “Creo que San Juan de Dios estaría orgulloso, al ver el trabajo hermoso que se realiza acá en quito” mencionó.