Del 22 al 24 de abril, el Hogar Clínica San Rafael de Maracaibo se llenó de alegría, esperanza y fraternidad con la Visita Canónica Provincial, un momento especial que revitalizó el carisma de San Juan de Dios entre hermanos, colaboradores, voluntarios, usuarios y sus familias.
El Hno. José Merced Ulloa, OH, delegado del Superior Provincial, Hno. Erik Castillo, OH, junto al Hno. Carlos Hernando Sarmiento, OH, como Secretario, fueron recibidos con entusiasmo en la Plaza San Juan de Dios, marcando el inicio de una experiencia profundamente significativa. La jornada inaugural comenzó con una Eucaristía en la capilla general del centro, presidida por el Hno. Juan Esteban Padilla, OH, en la que se respiró un ambiente de unión, oración y gratitud. Fue en este marco que se dio lectura al discurso de apertura, animando a todos los presentes a vivir esos días como un auténtico encuentro fraterno.



Durante las jornadas, los hermanos visitantes recorrieron las instalaciones del centro junto a la Dra. Janine Perozo, Gerente General, y el Hno. Carlos Tirado, OH, Superior de la Comunidad San Rafael. En cada momento, compartieron con los colaboradores en su lugar de servicio, escuchando de cerca los testimonios, necesidades y esperanzas de quienes hacen viva la misión hospitalaria.
El auditorio del centro fue también escenario de importantes momentos de diálogo y reflexión. Equipos como Pastoral de la Salud y Social, el Comité de Damas Voluntarias, el Comité de Bioética y la Directiva presentaron con orgullo los frutos de su trabajo, compartiendo desafíos y propuestas de mejora. La transparencia, el compromiso y el amor por la obra fueron evidentes en cada intervención.
No faltaron espacios para la fraternidad: almuerzos compartidos, encuentros personales con los hermanos de la comunidad, una visita a la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá y momentos de esparcimiento que fortalecieron los lazos de hermandad.


El encuentro finalizó el 24 de abril a las 16:10 horas, con la lectura del discurso de clausura y las recomendaciones finales. Más que una despedida, fue el cierre de un capítulo lleno de aprendizajes, escucha, gratitud y renovación del compromiso hospitalario.
Hoy, más que nunca, seguimos mirando al asistido como el centro de nuestra acción, con el carisma de San Juan de Dios latiendo con fuerza en cada paso que damos.

