1 octubre, 2022
Acogiendo la convocatoria del Hno. Dairon Orley Meneses Caro, OH., Consejero General para la Formación y bajo el lema: “Salir con pasión a promover la Hospitalidad”, se desarrolló del 20 al 23 de septiembre del presente año en la Casa de Espiritualidad San José de Cluny, el primer Encuentro Provincial de Formadores, mismo que convocó la presencia de los Hermanos Responsables de Pastoral Vocacional, Maestros del Postulantado, Noviciado y Escolasticado, así como laicos que desarrollan la labor de Promotores Vocacionales. A este importante encuentro se sumó la presencia de nuestro Superior Provincial el Hno. Erik Luciano Castillo Carreño para animarnos en el propósito de este importante espacio.
El evento que fue liderado por el Hno. Dairon Meneses, OH. y el Padre César Arroyo, OH., Consejero Responsable de la Formación Provincial, tuvo como objetivo compartir las experiencias de la formación en América Latina y El Caribe, valorando cada una de las etapas que inicia por la gestión de Pastoral Vocacional y pasa por el Postulantado, Noviciado y Escolasticado; siendo este proceso un eje fundamental para la formación de los futuros Religiosos de San Juan de Dios, quienes continuarán promoviendo y consolidando la misión carismática y hospitalaria en nuestra nueva Provincia.
Este espacio permitió al Hno. Dairon Meneses, OH. hacer un recuerdo de las líneas del Capítulo General en temas de formación; al tiempo de identificar también los compromisos asumidos en nuestro primer Capítulo Provincial y promover la formación en la etapa de discernimiento hacia la vida religiosa consagrada, contando para ello con la presencia del Padre Francisco Andrés Casaleth; quién nos dio valiosas orientaciones desde su preparación teológica y su experiencia como Formador.
Asimismo, se presentó el FODA para el proceso de formación en general y la Pastoral Vocacional, identificando oportunidades de mejora para el nuevo equipo de formación, para avanzar en sintonía y fidelidad a los ideales de nuestro padre y fundador San Juan de Dios, quien nos invita a seguir evangelizando el mundo del dolor, saliendo al encuentro del enfermo y necesitado para acogerlo y cuidarlo como lo hizo él hace más de 450 años.
