La tercera semana del Capítulo General comenzó este lunes 28 de octubre en Częstochowa, después de un fin de semana de descanso, reuniones y visitas espirituales y culturales.
Una reflexión estratégica en torno a cinco temas clave
Al igual que en las semanas anteriores, el día se estructuró en torno a grupos de trabajo centrados en cinco temas clave: gobernanza, “mundanidad espiritual”, formación de los hermanos, su rol específico y el cuidado de los hermanos mayores. Una sesión plenaria por la tarde permitió a los participantes recopilar ideas y entablar discusiones sobre cada uno de estos temas.
Gobernanza: encontrar soluciones para asegurar la sostenibilidad de los centros
En cuanto a la gobernanza, el objetivo es asegurar la continuidad de los centros de San Juan de Dios a pesar de la disminución del número de hermanos. El Hermano Joseph Smith, de la provincia de Oceanía, que experimentó la fusión de varias provincias hace unos quince años, compartió su experiencia: “Queríamos adaptar nuestras estructuras a las realidades locales, especialmente creando asociaciones con diócesis y congregaciones vecinas, para preservar nuestra identidad a pesar de la disminución del número de hermanos”. “Aunque este cambio requirió dejar algunos centros, permitió a los centros sostener y profundizar su misión de hospitalidad”.
“Mundanidad espiritual”: un llamado al discernimiento
Otro tema importante de discusión fue la “mundanidad espiritual”, inspirada en la exhortación apostólica del Papa Francisco Evangelii Gaudium y otros textos recientes, que describen la mundanidad espiritual como “el peor mal para la Iglesia”. Los hermanos discutieron cómo mantener su vocación centrada en los valores del Evangelio, evitando influencias externas que pudieran desviarlos de sus prioridades y misión hospitalaria. Para el Hermano Donatus Forkan, “Este es uno de los temas más importantes que discutiremos durante este capítulo. En nuestro entorno de trabajo híbrido, necesitamos enfatizar nuestra propia formación, especialmente la de los hermanos más jóvenes, para que vean nuestra misión sobre todo como una misión al estilo de San Juan de Dios y no simplemente profesional”.
El papel de los hermanos
La vocación del hermano en su ministerio a los más vulnerables, su papel en la gestión de las obras y su vida espiritual o fraterna estuvieron en el centro de las discusiones que siguieron. “Es necesario repensar completamente todos estos aspectos para que cada hermano pueda vivir su vocación con alegría y convicción”, enfatizó el Hermano Emilien.
“Debemos aspirar a la ejemplaridad, redescubriendo y encarnando nuestra vocación, para dar vida a nuestro lema, ‘Por el cuerpo, al alma’. Para lograrlo, necesitamos escuchar, acompañar, colaborar, formar y ser formados”.
Hacia una declaración común: sentando las bases para un mensaje unificado
Paralelamente a estas discusiones temáticas, un equipo de cuatro hermanos y un colaborador ha sido encargado de sintetizar el trabajo de las dos semanas anteriores con los colaboradores en un mensaje común. Este mensaje, que debe reflejar las aspiraciones y orientaciones del Capítulo General, servirá de línea directriz para toda la Orden en los próximos años. Este enfoque ilustra la importancia de una visión unificada a pesar de la diversidad de situaciones locales y subraya el deseo de la Orden Hospitalaria de adaptarse a los desafíos contemporáneos sin perder nunca de vista sus raíces espirituales.
Las discusiones y reflexiones continuarán hasta el miércoles, en un espíritu de oración y discernimiento, con el objetivo de trazar un camino esperanzador para los próximos años.