(nombre de pila: Herminio)
Nació en 1897 en Trivolzio, a 12 kilómetros de Pavía.
Murió en Milán en 1930.
Décimo y penúltimo hijo se quedó huérfano de madre con tres años y de padre con once. Sus tíos maternos lo criaron y educaron cristianamente, lo matricularon en la escuela primaria de un pueblo cercano. La hermana testimonia que “Cada día, antes de ir al colegio iba a la iglesia”. Lo metieron interno en el colegio de San Agustín de Pavía donde también continuó su compromiso espiritual además de sus estudios. En Trivolzio, junto a otros compañeros fundó el Círculo de Acción Católica “Pio X” y también una banda musical.
Al terminar el liceo se matriculó en la facultad de medicina, sin embargo, tuvo que interrumpir sus estudios en 1917 para hacer el servicio militar en la primera guerra mundial con el grado de sargento de Sanidad y donde llevaba siempre el Evangelio, las cartas de San Pablo y la Imitación de Cristo. En la desastrosa retirada de la derrota de Caporetto, se ganó una condecoración (medalla de bronce) por un acto de valentía y una imprevista fatiga que le provocó una pleuritis tuberculosa que, al reagudizarse diez años más tarde, le provocó la muerte con tan solo 33 años de edad.
Se graduó en medicina en 1921, fue médico rural en Morimondo (Milán), hasta 1927, cuando entró en la Orden Hospitalaria donde ejerció su profesión como una auténtica misión de caridad hacia todos sus enfermos. Fue su director espiritual, el padre Ricardo Peretta, compañero de estudios del Superior Provincial de la Provincia Lombardo-Véneta, Zacarías Castelletti, quien acercó al joven médico Herminio a los Hermanos de san Juan de Dios del hospital San José de Milán.
En 1977 confió a un hermano indio el hospital para dedicarse a su “Casa de los Pobres”, situada en el mismo lugar. Ese mismo año, para continuar la promoción de la asistencia a los pobres fundó, junto a algunas mujeres, la Congregación femenina de las “Hermanas de la Caridad de san Juan de Dios” que logró el reconocimiento diocesano en 1994 y que hoy cuenta con unas 90 religiosas.
Realizó numerosos proyectos de ayuda a pobres, enfermos y ancianos sentando así los cimientos de la actual Provincia India de la Orden. Venerado como “Padre de los Pobres”, el Hno. Fortunatus, tras una larga enfermedad, murió en Kattappana en olor de santidad el 21 de noviembre de 2005 con 87 años.
El 22 de noviembre de 2014, en la iglesia parroquial de Kattappana, en presencia de más de diez mil personas, durante una solemne celebración eucarística, presidida por el obispo Mons. Mateo Arackal, se abrió el proceso ordinario de beatificación y canonización.
