San Juan de Dios
(nombre de pila: Juan Ciudad)
Fundador de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios.
Nació en 1495 en Montemor-o-Novo (Portugal).
Murió en Granada en 1550.
Se crio en casa de sus padres, de clase media, hasta los ocho años cuando, sin que se enteraran, se lo llevaron a Oropesa (España), a la casa de Francisco Cid, apodado el Mayoral, es decir el jefe de los trabajadores y responsable de la ganadería del conde de Oropesa. Allí vivió por muchos años trabajando de pastor. Con 22 años se alistó como soldado en la guerra contra los franceses (1521) y, diez años después, en la guerra para liberar a Viena de los Turcos.
Hacia 1527, fue a Granada, en puerta Elvira, donde abrió un pequeño local que le permitió ser vendedor ambulante de libros. Trastocado por un sermón de San Juan de Ávila, famoso apóstol de Andalucía, decidió, aconsejado por él mismo, dedicarse a servir a los pobres y a quienes sufrían que en aquel entonces llenaban la ciudad de Granada.
Con la ayuda de bienhechores, alquiló un local, más tarde construyó un hospital a los pies de la Alhambra donde acogía a tanta miseria humana y asistía a todos con gran caridad y con un estilo innovador. Sus primeros compañeros fueron Antón Martin y Pedro Velasco. Para pedir limosna por las calles de Granada gritaba: “Haced el bien, hermanos, por el amor de Dios”. Juan “recogía los pobres desamparados, enfermos y tullidos que encontraba” y les proporcionaba asistencia corporal y espiritual: “quiero traer un médico espiritual” – decía a los pobres y enfermos – “que os cure las almas, que después para el cuerpo no faltará remedio” (Castro XII).
El 8 marzo de 1550, al agravarse la pulmonía que había contraído al tirarse al rio Genil para salvar a un joven que se estaba ahogando, murió en casa de la noble familia de Los Pisas, sus bienhechores, de rodillas cerca de su cama, llevando el hábito y con el crucifijo en sus manos.
De su ejemplo nació la Orden Hospitalaria con la fundación de otros hospitales, primero en Granada y a continuación en otras ciudades de España, Italia, en Europa y en el mundo. Se cumplieron así las palabras del Santo que él mismo dirigió a una persona muy devota: es decir que, “había de haber muchos de su hábito en el ministerio de los pobres por todo el mundo” (Castro XVIII).
En 1886 León XIII lo proclamó Patrono de los enfermos y de los hospitales.
En 1930 Pio XI lo proclamó Patrono de los enfermeros.
Beatificado el 21.09.1630 por Urbano VIII.
Canonizado el 16.10.1690 por Alejandro VIII.
Su fiesta litúrgica se celebra el 8 de marzo.